lunes, 16 de febrero de 2009

Quien quiere leer lee


Lo primero que nos afirma Monsiváis en su texto De los libros es que lee menos. No lo dudé ni un segundo, en mi círculo de amigos casi nadie lee. Es muy interesante que ahora que estamos en la universidad mis compañeros de la prepa me cuentan que les cuesta mucho leer y culpan que en el colegio nunca nos motivaron a hacerlo. Para mí eso es extraño porque disfruto mucho la lectura y hubieron varios libros que tuve que leer en el colegio que me gustaron mucho desde los clásicos griegos hasta los latinoamericanos como Carlos fuentes y Gabriel García Márquez (mi favorito).

Librero por Janis Buendía.


Aunque tengo que admitir que no todos tienen la oportunidad que yo he tenido de acercarse a la lectura. Para empezar mi casa está repleta de libros, tenemos un librero principal de 7 pisos que cuenta con literatura de diferentes idiomas y países y además en la recámara de cada quien, de mi papá, de mi hermana, de mi mamá y mía, contamos con un librero personal igual de atascado (y obvio cada libro ha sido leído). Desde pequeña recuerdo que me gustaba buscar libros que tuvieran muchas imágenes para hojearlos. Y además cada noche, antes de dormir, me leían un cuento. A veces eran lecturas cortas de cuentos rusos, y en otras ocasiones (ya más grande) me leían libros que leíamos durante varias semanas hasta terminarlos. Los libros y ver gente leyendo es algo acostumbrado para mí.

Aún con este entorno me di cuenta de que no era suficiente porque había libros que me parecían muy aburridos y eso me hizo creer que no me gustaba leer. Fue más adelante que noté que mi pasión eran las novelas. Ni modo me gusta el mundo fantástico. Y me gusta tanto que cada vez que termino un buen buen libro, casi hasta me dan ganas de llorar porque es hora de despedirme de los personajes que me acompañaron durante la lectura.

Otro problema con lo que mis compañeros se encuentran es que lo libros son muy caros. A veces quiero que vayamos al cine y me dicen que no es posible debido a que no tienen ni un quinto porque tuvieron que comprar los nuevos libros para la carrera de medicina, arquitectura o matemáticas. Claramente los libros que tratan de ciencias o arte son mucho más caros que las novelas. Los precios realmente son un problema, ¿cómo se puede motivar a una población tercermundista a leer cuando no les alcanza ni para comer?
Otro bloqueador de la lectura es la televisión. El problema es que a ella todos tienen acceso y se requiere de un mínimo esfuerzo y preparación. Al tratarse de imágenes audiovisuales no tenemos que procesar la información sino simplemente absorberla. A demás es muy fácil ver la televisión y hacer otras cosas a la vez. Hay hogares donde nunca se apaga; comen mientras ven televisión, hacen tarea mientras sigue encendida e incluso hay quienes dicen que no pueden dormir sin la tele prendida. ¡Es el colmo!
Aún así hay ocasiones en que a partir de un programa de televisión o una película la gente acude a los libros. Por ejemplo ahora está de moda Crepúsculo y me da mucho gusto haberme encontrado con varios casos de jóvenes que a partir de la película han comenzado a leer la serie de libros que corresponden, y aún más me emciona que siempre comentan que el libro es muuuucho mejor. Lo mismo sucede por ejemplo con Harry Potter. Así que en realidad quien quiere leer lee.
http://www.greenpeace.org/raw/image_big_teaser/espana/photosvideos/photos/portada-del-libro-harry-potte.jpg

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