jueves, 30 de abril de 2009

Ceci tuera cela


Mc Luhan dijo "ceci tuera cela". La pregunta es si esta frase aplica tambiél a la situación de computadora vs libro. Umberto Eco nos menciona la historia de Hermes y el Faraón Thamus donde el Farón reclama que por la invención del libro la gente dejará de entrenar la memoria. Sin embargo, se defiende con que el libro es sólo un instrumento que complementa la memoria, no está en lugar de ella.


Con la computadora y el libro sucede algo parecido, la computadora complementa al libro, no lo sustituye. Es imposible creer que lo haría, por la simple razón de que el libro es muy fácil de obtener, transportar y utilizar. Una computadora requiere de electricidad y un alto gasto (si comparamos la computadora más barata con el libro más barato), a demás que inevitablemente cansa la vista después de algunas horas frente a ella. Las diferencias son obvias, libro y computadora no se sustituyen; se complementan. He ahí la necesidad de manuales escritos para aprender a utilizar cualquier aparato electrónico.

En situaciones como esta no habría que negarse a los cambios tecnológicos sino aprovechar las mejoras que nos ofrece cada uno. Si se aprende mejor un idioma con cassettes que con un libro de texto, deberíamos estar abiertos al cambio; después de todo nos está facilitando el aprendizaje.

Tener más medios por los cuales comunicarnos permite que desarrollemos nuestra creatividad. Ya no sólo tenemos el medio impreso para dar a conocer nuestras ideas sino un mundo infinito de blogs y páginas de internet donde cada quien puede publicar textos o imágenes sin la necesidad de pasar por el proceso editorial. No es por casualidad que no encontramos lo mismo en textos impresos como en la computadora, son mundos diferentes que toman el uno del otro para convivir juntos y aportar algo extra a la sociedad.

1 comentario:

  1. Ximena:
    Hay algo más entrañable que la simple comparación entre dos tecnologías: el libro y la computadora. En pocas palabras decimos que son dos tipos de soportes de una misma cosa: la lengua escrita. La invención del libro, prototipo de la cultura humana, tuvo lugar en un periodo de la historia cuando se hacía necesaria la divulgación del pensamiento y las ideas, pues surge en un contexto de grandes transformaciones sociales, políticas y culturales. Es realmente el medio por excelencia para la difusión. Desde aquel momento no habría marcha atrás. Con la invención de la imprenta se abría la posibilidad de reproducir un libro ad infinitum.
    Pero hay algo más importante: el valor que le conferimos al libro. Para ello te transcribo la descripción que Gutierre Tibón hace de un libro maravilloso, María Sabina canta en su velada de los hongos:
    "La edición consta de doscientos cincuenta ejemplares, impresos por la Stamperia Valdonega, de Verona, en un papel que se debe al arte de Magnani y que, como el Fabriano, desafía los siglos. La encuadernación se llevó a cabo en Milán por obra de otro eminente artesano: Giovanni de Stefani. En ambos lados, una reproducción en tela de una tira colorada de un huipil mazateco de Ayautla, tejido en telar de otate, con dibujos geométricos prehispánicos de significación mágica, y una hilera de ciervos con rica cornamenta. El lomo de piel azul oscuro —piel con aroma a piel—, bajo el título aparecen los nombres de los autores..."
    Este es el valor del que yo hablo. La creación, auténtico acto creativo, de un objeto que ya no es tan sólo un medio: la maravilla del libro.
    Saludos
    Juan Carlos

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